Corrás y amigos

Hablando con una amiga, recordaba un comentario de mi abuela con el que solía zanjar las conversaciones: «Eu así porque eu así», ése «Es así porque es así» siempre lo tomé por el producto de la ignorancia más su negativa a argumentar las cosas.

Leyendo a Lizcaíno me llamó la atención una cita de Zhuang Zi en referencia a como se crean (son) las cosas: “Distinguirlas es hacerlas y hacerlas es deshacerlas. (…) El camino se hace andando por él, y a las cosas las hacen los nombres que se les dan. ¿Por qué es así? Es así porque es así. ¿Por qué no es así? No es así porque no es así.”

Teniendo en cuenta que estas palabras corresponden a un sabio Taoísta chino del siglo III antes de nuestra era, probablemente el ignorante y sobrado de argumentos equivocados era yo y la portadora de sabiduría era ella, del tipo de conocimientos que sólo la experiencia y el tiempo dan.

Los conocimientos locales, la sabiduría popular, todo lo ajeno a la escolarización universal y el rigor académico, se barren cuando no expropian (en forma de patentes) a pueblos y comunidades de todo el mundo, arrasando formas de interpretar la realidad, de vivir, de llamarle a las cosas e imponiendo una visión única, aséptica y academicista.

La sustitución de los imaginarios locales por el Europeo/occidental, justificado en el progreso, en el beneficio de los pueblos y culturas que tritura, se lleva a cabo de la mano de la ciencia y la democracia, símbolos máximos del desarrollo superior de occidente.

Para conseguir imponer en todo el mundo un criterio único, en exclusivo beneficio de sus creadores, es necesario crear un potente imaginario científico y político, donde todo parezca más real que la realidad, que las metáforas surgidas en la fe científica, las matemáticas del mejor sistema político posible, se inyecten desde la cuna y no permitan la desviación, que literalmente piensen por tí que lo que dice tu abuela es una soberana gilipollez.

Metáforas que nos piensan está disponible, junto con una pequeña colección de libros interesantes (aparte de las librerías habituales) en la web traficantes de sueños, donde sus autores permiten la descarga electrónica bajo licencia creative commons.