Mucho ruido y pocas nueces
por Corrás
La revolución de los perroflautas, que algunos iluminados pretendieron comparar con las movilizaciones del mundo árabe, se ha saldado con un incremento en la participación electoral, un bipartidismo todavía más acusado y un incremento espectacular en ayuntamientos y comunidades autónomas de los gobiernos por mayoría absoluta.
Dejando al margen que estas mayorías absolutas sean del PP (se supone que los perroflautas no tienen color político ni sexualidad definida…), ni en los más acalorados sueños húmedos de Espe y Gangoso se atrevían a imaginar un escenario tan favorable después de las elecciones.
Llama la atención que dentro de esta vorágine electoral hayan salido reforzados personajes como los peperos valencianos que vendrían a ser la imagen más clara de aquello que estos días indignó primero a las masas y después los puso en la calle.
Ya olía a chamusquina cuando en las entrevistas callejeras, los participantes en las protestas dejaban clara su intención de votar, de conseguir que el sistema cambie sin cambiar de sistema, sin exigir responsabilidades a ningún político, salvo a Zapatero, que se ha quedado sólo comiéndose los mocos.
Por cómo ha ido todo hay que concluir que los desmanes de la banca, el paro, la falta de ayudas, los proyectos para privatizar la educación, el implantar un co-pago en la Sanidad pública, etc. son planes exclusivos del PSOE y en los próximos años, sobre todo cuando Gangoso llegue a la Moncloa, el PP cambiará de rumbo.
Amigos perroflautas, sería condescendiente decir que yo también he sido gilipollas, voy a ir aún más allá: sigo siéndolo, pero a estas alturas si algo huele a y parece mierda, acepto que lo sea, y si un sistema legitimado por las urnas huele a y parece mierda, no voy corriendo a votar, tiro de la cadena de la cisterna.
Comentarios
En primer lugar, el número de votos PP+PSOE descendió en cerca de 1 millón de votos desde las pasadas elecciones del 2007.
En segundo lugar, el movimiento social referido lleva demasiado poco tiempo funcionando como para atribuirle ningún mérito, ni siquiera el del punto anterior, que es cierto, cualquiera lo puede comprobar. Quizá, como méritos a día de hoy, podríamos mencionar el de ser popular, apolítico y haber conseguido que los partidos se anden ahora con mucho más cuidado a la hora de juzgarlo.
En tercer lugar, este movimiento podrá triunfar o no, obviamente, porque se puede destruir si la gente se deja llevar por mamonadas diversas, que llevan demasiado tiempo asumidas por demasiada gente, el que teclea incluído, pero desde luego cambiar las cosas en tan poco tiempo hubiera sido milagroso.
Y en cuarto lugar, dejemos tiempo al tiempo. Tengo oído muchas cosas, incluídas cosas dichas por gente que «simpatiza» y que no dejan de ser más que más síntomas de que la enfermedad es mucho más grave de lo que parece. Pero otras muchas son muy esperanzadoras. Quizá es mera ilusión, aunque puede ser que no. Y eso es lo importante.
Así que al lío: todos a sumar. Dejar los telediarios y el fútbol, y a INFORMARSE VERAZMENTE. Hagamos el Mourinho, preguntémonos «¿por-qué?»
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