Corrás y amigos

… dice el refrán.
El gran mal: la subida del petroleo habida en los últimos días, que presumiblemente continuará en días sucesivos (aparte del tema libio que queda cubierto con el aumento de producción ya confirmado de Arabia Saudí), de los grandes especuladores que mueven los precios del petroleo, producto de primera necesidad en medio mundo, no se dice nada, ni tampoco se hace nada; recuerda a lo de los bancos.
Grandes remedios: el gobierno actúa:
1) se reduce la velocidad máxima en autovías y autopistas a 110 km/h, convirtiendo vías de alta capacidad en enormes hileras de conductores más pendientes del radar que de la conducción, porque multas que a ciertas velocidades eran antes penalizadas con 100 euros, ahora se penalizarán con 300, debido al hecho de sobrepasar el tope por más margen. El ministro de Fomento llama «frikis» y no recuerdo qué otra cosa parecida a otro político de otro partido, por criticar dichas medidas.
2) apagado «selectivo» de luces en vías pertenecientes a Fomento, con el efecto inmediato de la merma en seguridad vial.
3) Fernando Alonso propone como una de las fantásticas alternativas la circulación a días alternos de coches con matrículas pares e impares.
Nadie dice nada sobre otras medidas de ahorro en tantos otros campos, es mejor quedarse a debatir estas mierdas…