Pues eso
por Corrás
En una época en la que los mas «progres» abrazafarolas sólo saben hacer chiste hasta de sí mismos, donde se lucha en contra de los privilegios ajenos, por los derechos propios y el nosotros sólo se utiliza como entradilla para viejos y nuevos peajes, al menos una voz que busca representar a muchos a pesar de unos pocos.
Discurso de los Goya, 2011. Alex de la Iglesia dixit.
El día de hoy ha llegado porque hace 25 años, doce profesionales de nuestro cine, en medio de una crisis tan grave como la nuestra, caminaron JUNTOS a pesar de sus diferencias. Quiero empezar este discurso felicitando a los fundadores de la Academia.
No sólo ellos, sino todos los que me han precedido en esta institución, vicepresidentes, miembros de las juntas directivas y el conjunto de los académicos, nos han traído esta noche aquí, al Teatro Real, para celebrar el 25º aniversario de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y la existencia misma de los premios Goya. A todos, muchísimas gracias. PUEDE PARECER que llegamos a este día separados, con puntos de vista diferentes en temas fundamentales. Es el resultado de la lucha de cada uno por sus convicciones. Y NADA MÁS. Porque en realidad, todos estamos en lo mismo, que es la defensa del cine. Quiero por ello felicitar y agradecer a todos los que estáis aquí, por caminar juntos en la diferencia, y hasta en la divergencia.
Hacemos mucho ruido, pero es que esta vez, hay muchas nueces. El choque de posturas es siempre aparatoso y tras él surge una nube de humo que impide ver con claridad. Pero la discusión no es en vano, no es frívola y no es precipitada. No podemos olvidar lo más importante, el meollo del asunto. Somos parte de un Todo y no somos NADIE sin ese Todo. Una película no es película hasta que alguien se sienta delante y la ve. La esencia del cine se define por dos conceptos: una pantalla, y una gente que la disfruta. Sin público esto no tiene sentido.
No podemos olvidar eso JAMÁS. Dicen que he provocado una crisis. Crisis, en griego, significa “cambio”. Y el cambio es ACCION. Estamos en un punto de no retorno y es el momento de actuar. No hay marcha atrás. De las decisiones que se tomen ahora dependerá todo. Nada de lo que valía antes, vale ya. Las reglas del juego han cambiado. Hace 25 años, quienes se dedicaban a nuestro oficio jamás hubieran imaginado que algo llamado INTERNET revolucionaría el mercado del cine de esta forma y que el que se vieran o no nuestras películas no iba a ser sólo cuestión de llevar al público a las salas. I ntenet no es el futuro, como algunos creen. Internet es el presente. Internet es la manera de comunicarse, de compartir información, entretenimiento y cultura que utilizan cientos de millones de personas. Internet es parte de nuestras vidas y la nueva ventana que nos abre la mente al mundo. A los internautas no les gusta que les llamen así. Ellos son CIUDADANOS, son sencillamente gente, son nuestro PUBLICO. Ese público que hemos perdido, no va al cine porque está delante de una pantalla de ordenador.
Quiero decir claramente que NO TENEMOS MIEDO a internet, porque internet es, precisamente, la SALVACION de nuestro cine. Sólo ganaremos al futuro SI SOMOS NOSOTROS LOS QUE CAMBIAMOS, los que innovamos, adelantándonos con propuestas imaginativas, creativas, aportando un NUEVO MODELO DE MERCADO que tenga en cuenta a TODOS los implicados: Autores, productores, distribuidores, exhibidores, páginas web, servidores, y usuarios. Se necesita una crisis, un cambio, para poder avanzar hacia un nueva manera de entender el negocio del cine. Tenemos que pensar en nuestros derechos, por supuesto, pero no olvidar NUNCA nuestras OBLIGACIONES. Tenemos una RESPONSABILIDAD MORAL para con el público.
No se nos puede olvidar algo esencial: hacemos cine porque los ciudadanos NOS PERMITEN hacerlo, y les debemos respeto, y agradecimiento. Las películas de las que hablamos esta noche son la prueba de que en este país nos dejamos la piel trabajando. Sin embargo, el mismo esfuerzo o mayor hicieron tantas otras películas que NO HAN LLEGADO a los sobres de las candidaturas. Ellos tambien se merecen estar aqui, porque han trabajado igual de duro que nosotros.
Quiero despedirme en mi última gala como presidente, recordando a todos los candidatos a los Goya TAN SÓLO una cosa: qué más da ganar o perder si podemos hacer cine, TRABAJAR en lo que más nos gusta. No hay nada mejor que sentirse LIBRE creando, y compartir esa alegría con los demás. Somos cineastas, contamos historias, creamos mundos para que el espectador viva en ellos. Somos más de 30.000 personas que tienen la inmensa suerte de vivir fabricando sueños. Tenemos que estar a la altura del PRIVILEGIO que la sociedad nos ofrece. Yo creo, con toda humildad, que si queremos que nos respeten, hay que respetar primero.
Y Por último, me gustaría contarle algo al próximo Presidente de la academia, que ya me cae bien, sea quien sea: estos han sido los dos años más felices de mi vida. He conocido gente maravillosa de todos los sectores de la industria. He visto los problemas desde puntos de vista NUEVOS para mí, lo que me ha enriquecido y me ha hecho mejor de lo que era. He comprobado que trabajar para los demás es una experiencia extraordinaria por muy duro que resulte en un principio, y sobre todo: han pasado 25 años MUY BUENOS, pero nos quedan muchos más, y seguro que serán MEJORES. Buenas noches. A continuación unas imágenes de recuerdo a nuestro presidente de honor, Don Luis García Berlanga.
Comentarios
Bajo mi punto de vista, la palabra clave es ACCIÓN, y quien mejor que un cineasta para pronunciarla.
Acción, pero no solo en lo referente al cine. Acción en contraposición a la inacción de la gente de la calle. Acción contra la ola reaccionaria ultraliberal que llevamos viviendo desde hace ya muchos años. Acción contra el golpe de estado que las grandes multinacionales de todo tipo, los gobiernos corruptos y vendidos, sus chupópteros añadidos disfrazados de culturetas, sus «sindicalistas» comprados y sus medios de comunicación cómplices en la des-información prefectamente planificada y ejecutada, llevan ya mucho tiempo ejecutando, riéndose a carcajadas de todos nosotros.
INTERNET, el gran peligro para toda esta cuadrilla por lo que supone de medio de información y distribución de conocimiento y arte. Pérdida de privilegios de todo tipo a los que esta peña no quiere renunciar. Demasiado conseguido como para detenerse ahora. La gran disculpa, la crisis, da para mucho y no es cuestión de que la gente se despierte ahora, cuando todo va bien encaminado (¿ironía o realidad?).
Si, ACCIÓN, internet permite asociacionismo a cualquier usuario, y la unión hace la fuerza. Aprovechemos que aún se puede. YA es tarde. Si no, acabaremos perdiendo la libertad que aún queda en este medio. Esto ya recuerda a la iglesia medieval con su afán de control del saber y el conocimiento, y su santa inquisición como brazo armado. En el camino estamos, con gobiernos «democráticos» que estiman que para cerrar webs ya no hace falta un juez; puentean uno de los pilares básicos de esa democracia que tanto nos dicen que disfrutamos. Y ya ni hablar del principio de presunción de inocencia, ya ridiculizado por el canon digital, defendido por esta nueva iglesia, y que supone otro de los grandes principios básicos de una democracia real.
Todo este tipo de cosas, y otras, son las escusas perfectas que usa esta gente para hacer lo mismo en otros campos. Ya está pasando. E irá a más. A mucho más.
A mi lo que me gustó del discurso de Álex, es por lo que hace 25 años me gustaba ver debates en televisión: La oportunidad de conocer diferentes puntos de vista.
No puede ser que un debate más cercano a las libertades civiles que a la cultura se polarice entre buenos (la industria) y malos (yonkarras de internet que lo escriben todo en mayúsculas y con formato SMS).
Es sano dar la oportunidad a los desconocedores de la materia de escuchar todas las versiones, sin partidismos ni extremismos.
Hace 25 años el sector de los medios de comunicación se miraba en el espejo del periodismo comprometido con la verdad y la investigación, al estilo Watergate. En los últimos años los medios de comunicación españoles recuerdan a la época más negra del FBI, con intrigas, amiguismos, purgas, incompetencia y dirigidos por locas viciosas vestidos de mujer, vendiendo verdades oficiales únicas y absolutas.
Es aceptable que existan medios privados de opinión, pero desde los medios públicos deben garantizarse espacios de comunicación, últimamente restringida a la puramente científica y académica al estilo Redes, todo lo demás son dogmas y consignas partidistas.
Lo de conocer puntos de vista alternativos en los medios de comunicación actualmente presentes en España es una auténtica quimera; parafraseando a La Polla Records «en eeeeste muuuundo, toooodo estáaaa bajo controoool…». Nunca mejor dicho en los medios; por una parte, todos pertenecen a grandes grupos empresariales con intereses de todo tipo, por otra, el tema de las licencias: se le concede TDT solo a los 4 amiguetes, radios libres ya hace tiempo despararecidas, prensa subvencionada, etc etc.
Poco queda ya de información libre y diversa, quizá Internet, aunque por el camino que vamos…
El camino desgraciadamente va por la explotación de la miseria, el paro se ha abordado con el enfoque de las mafias de indigentes, ¿para que conseguirles trabajo, si dando pena les sacamos pasta? de esta forma en los años de la chorropasta europea tuvo un crecimiento constante, sólo frenado ocasionalmente por las diversas triquiñuelas para borrar a parados de las listas.
A esto se le llamó «Pacto social»: El gobierno aparenta preocupación y recibe fondos estructurales, la patronal disfruta de un mercado laboral precarizado, barato y subencionado, los sindicatos disponen de cuantiosos fondos repartidos a discrección, los trabajadores sobreexplotados rezan «que me quede como estoy», y los que mantienen el tenderete, los parados, bastante tienen con algún curso ocasional, una limosna 6 meses, prorrogable si realmente no te sirve para nada, algún mamoneo ocasional de una ETT y soñar con un contrato precario, un sueldo pobre y unas condiciones de semiesclavitud.
Con la población atemorizada por no encontrar empleo o la posibilidad de perderlo, es más fácil repartirse las joyas: privatizar poco a poco sanidad, educación, servicios públicos, etc. Transformar dinero público en privado, cobrar una factura hasta por respirar, que si sólo quieres internet, te obliguen a pagar también la línea, que piratees o no, pagues un canon, que si te interesa una canción, pagues el CD entero, que si internet tiene cosas interesantes y gratis, unas se prohíban y al resto se les ponga un precio «justo».
Todo consiste en justificar el robo organizado de billones de euros todos los años de las arcas públicas por el bién del arte, las finanzas, el empleo, la sanidad, la educación, con el aplauso de los palmeros (medios de comunicación) y la desidia de todos nosotros.
Pero lo más acojonante es que aquí aplaudimos esas medidas por inacción, o pensamos que son cosa de la crisis, o que el PP haría otra cosa y nos salvaría del infame ZP.
Nada más lejos de la realidad; ambos partidos son la mano ejecutora de una estrategia diseñada en otra parte, que en España triunfa absolutamente por nuestra forma de ser: egoistas, envidiosos e individualistas, es decir, todo lo contrario a lo ideal para hacer frente a esta situación y a quienes la provocaron y fomentaron.
Nuestros queridos conciudadanos políticos lo saben bien, y lo explotan a la perfección. Aquí ni siquiera hace falta desunirnos, ya partimos de esa situación. Nuestra única oportunidad, la de la fuerza hecha por la unión, es aquí una quimera. El político tendría que ser muy estúpido para no aprovecharse de ello, y lo hace, y bien.
Volviendo a la Polla Records, «ellos dicen mierda, nosotros amén…»
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