Aplicaciones portables
por Corrás
Sé que no es excusa, pero estas navidades en parte he desatendido el blog intentando organizarme para trabajar de forma portable al 100%.
Hace ya tiempo que dispongo de arranque dual en mis equipos para disfrutar de la comodidad de Linux (Ubuntu) a la hora de gestionar la instalación y desinstalación de software.
Hace muchos años, la reinstalación completa de un sistema operativo Windows, drivers y aplicaciones de uso habitual, demoraba unas pocas horas, a lo sumo una tarde, tiempo tras el que recuperabas un ordenador limpio, libre de problemas, virus y fallos por ficheros defectuosos. Actualmente, sólo la instalación del sistema y los drivers de los periféricos que se reproducen exponencialmente alrededor de nuestros equipos, ya consume el doble de tiempo; «afinar el piano»: actualizar firmwares varios, localizar los últimos drivers, descargar las nuevas versiones de los programas (todos los anteriores a 6 meses), plugins, players, codecs,… dobla la apuesta, y para cuando terminas de instalar y configurar todo, ya ha pasado una semana entera.
Linux resuelve parte de los problemas, el sistema siempre está actualizado, los drivers se configuran automáticamente y el repositorio de aplicaciones permite instalar de forma cómoda las últimas versiones de los programas, pero ante imprevistos que requieran partir de cero, no queda otra que la tediosa tarea de reinstalar todo el software.
La idea de utilizar exclusivamente aplicaciones portables, no sólo permite disponer en cualquier sitio de todo tu software, sino evitar en los equipos de uso habitual la instalación de otra cosa que no sea el sistema operativo, con sus drivers correspondientes.
La primera suite portable que utilicé fue Lupo Pensuite, disponible en tres tamaños (<> nº de aplicaciones) y con un menú que facilita el acceso a las aplicaciones, después me cambié a Portableapps, similar conceptualmente, pero con algunos detalles como el empaquetado de las aplicaciones en ejecutables autoinstalables, que facilitan el añadido posterior de aplicaciones de los creadores de la suite, y otras páginas con el mismo empaquetado como Portableappz; basado en esta suite tenemos una adaptación, geek.menu que implementa mejoras importantes en las posibilidades de personalización del menú, haciendo que organizar cientos de aplicaciones sea más llevadero.
Existen otras suites como WinPenPack, que no he llegado a utilizar e infinidad de sites con colecciones de software portable como: portablefreeware.com, appsportables.blogspot.com, pendriveapps.com, etc. Otra dirección interesante es www.techsupportalert.com/best-free-portable-programs.htm donde se comparan las mejores aplicaciones de cada categoría.
Al principio encontraba engorroso trabajar con programas grandes, correo electrónico y las copias de seguridad, debido a la velocidad de los pendrives, recientemente las últimas unidades USB 2.0, con tasas de transferencia en torno a 30 Mb/s hacían olvidar prácticamente el soporte y ya, con las unidades USB 3.0, que parten de los 50-80 Mb/s y en breve rondarán los 200 Mb/s, pasamos a trabajar con la inmediatez del disco duro y la expectativa de ganarle en rendimiento a corto plazo.
Así que en mi flamante Pendrive USB 3.0, he instalado USB secure, una utilidad para encriptar el Pendrive por si se extravía y la suite Liberkey, la que considero más versátil a la hora de instalar, añadir aplicaciones, personalizar los menús y mantener actualizada, un programa de sincronización para mantener una copia diaria actualizada de los datos y una carpeta portableapps para las aplicaciones que me gustan de otros sitios que instalo, o descomprimo y añado en el menú.
La despreocupación de si se avería el disco duro, se desconfigura el windows, qué equipo tengo delante, si pierdo o se deteriora el pendrive; que de forma instantánea dispongo de todo el software que necesito, bien merece dedicarle unos días a elaborar la lista de imprescindibles y tener siempre a mano el correo, navegar en cualquier equipo sin dejar rastro y con los favoritos a mano y sobre todo, disfrutar de un equipo limpio como una patena y que no se vuelve más lento a cada semana que pasa.
Comentarios
La verdad es que instalar un sistema operativo desde cero es un verdadero coñazo. La propia instalación del sistema es lo de menos, realmente esto se puede hacer en menos de media hora; lo más latoso es la post-intalación: drivers, porogramas, configuraciones de sistema y programas, pruebas, etc..
En mi caso particular, y dejando aparte software de mantenimiento del sistema, es decir, antivirus, etc., uso 4 o 5 programas de forma habitual más otros 4 o 5 de forma esporádica, que no me lleva más de 1 hora instalar. Además esto permite saberme las configuraciones casi de memoria, y por tanto terminar mucho antes. De todas formas, ocurre con mucha frecuencia eso de que cuando crees que tienes todo el sistema funcionando como quieres, aparece esa pequeña putadilla que te tiene otra vez empantanado.
Yo procuro afinar el sistema y tenerlo un tiempo en pruebas. Una vez que considero que todo funciona bien, hago una copia de la partición para poder recuperarla y reinstalar el sistema en escasamente 10 minutos, ya todo listo. En caso de virus o similares, es un gran alivio.
Respecto al tema del software portable, opino que a día de hoy todo el software debería estar ya en este formato. Hoy los discos duros y los medios USB tienen capacidades inmensas, que aumentan mucho más rápido que los requerimientos del software, y que combinado con la velocidad de dichos dispositivos, haría muchísimo más fácil la labor de reinstalación del sistema en un momento dado.
No solo para usar en pendrives, sino también en local, en un disco duro.
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