Corrás y amigos

La verdad es que nunca me había preocupado por mi alimentación, en casa cocina una chica mediterránea y el menú siempre ha sido saludable, lamentablemente tenía la mala costumbre de complementarlo con todo tipo de bollería, cafés con leche, refrescos, bebidas espirituosas, además de fumar en grandes cantidades y llevar una vida 100% sedentaria.

Como en tantas ocasiones ese «mientras tenga buena salud» lo piensas mientras ignoras las dificultades para subir escaleras, la palpitaciones al sprintar un pasillo, los achaques en las articulaciones, problemas cutáneos, tensión alta, colesterol al límite, hasta que el cardiólogo da el ultimatum: O adelgazas o tendrás que pasar por quirófano.

Desde los 140 kg que pesaba a base de dieta y cambio de costumbres actualmente peso 89 kg con el objetivo de situarme entre 70 y 80 kg que es el peso que tenía antes de engordar. El cardiólogo me recomendó la dieta de Atkins, dieta carencial adecuada en casos de grandes sobrepesos como el mío dentro del baremo de obesidad mórbida, actualmente la combino con la dieta de Montignac, también baja en carbohidratos pero no tan estricta.

El mayor esfuerzo no es seguir una dieta u otra, es cambiar realmente las costumbres, pasar de un estilo de vida tóxico a otro sano. En mi caso ha consistido en estos dos años y medio en dejar el tabaco, el alcohol, los refrescos, el azúcar, la sal, el café, el pan, las patatas, etc… abandonando las cervecitas después del trabajo, las salidas nocturnas, los días de fiesta, comer con vino, los postres, dulces.

La dificultad es encontrar ocupaciones nuevas como mantener este blog, recuperar la afición por la lectura, salir a pasear, la fotografía, etc…

Si sólo estás dispuesto a hacer dieta antes o después volverás a estar  igual. Antes de ganar peso ya tenía afición por la comida en cantidades grandes y la bollería, pero realizaba mucho ejercicio físico y trabajo manual, con un trabajo sedentario y sin recurrir al gimnasio no queda otra que cuidar la alimentación, por lo menos hasta que tu peso facilite el que retomes la actividad física y no tengas que vigilarte tanto. Las gallinas que entran por las que salen.