Metro 2033
por Corrás
Metro 2033, del escritor ruso Dmitry Glukhovsky, es una lectura interesante por varios motivos. Lo fundamental es que es una historia entretenida, el protagonista recorre el metro de Moscú en una misión que puede suponer la salvación para todos los que han sobrevivido al holocusto nuclear bajo tierra. El autor aprovecha la trama para mostrar el abanico ideológico que compone nuestra sociedad y como reacciona cada grupo ante el desastre.
Cuando quiso publicar la novela, ninguna editorial mostró interés y recurrió a colgar una web en internet para ofrecer los capítulos online, poco a poco el boca a boca convirtió su novela en proyecto interactivo, donde los lectores ofrecían sugerencias para mejorar el texto original y provocaron cambios sustanciales en la trama, como evitar la muerte temprana del protagonista y alargar la novela en varios capítulos en un final del gusto de sus lectores.
Obviamente este interés de los lectores provocó el de las editoriales y actualmente las ventas en los paises en que se ha publicado gozan de muy buena salud. En España lo publica Timun Mas.
Paralelamente al interés en la publicación del libro, se negociaron los derechos para la creación de un videojuego basado en el relato que también ha sido éxito de ventas.
La continuación Metro 2034, lectura en la que estoy inmerso actualmente ha seguido el mismo camino antes de su publicación y viene a corroborar que compartir obra artística por internet no tiene que ser necesariamente un suceso a espaldas de su autor, ni por defecto vulnerar sus derechos. En muchas ocasiones es el mejor recurso para aquellos autores noveles que sufren el desinterés de quienes publican por la obra de los que están fuera del círculo de protegidos y no disponen de padrinos ni dinero.
Por eso existe tanta presión para controlar internet, no tanto para acabar con la difusión ilegal de contenidos, sinó para evitar su difusión sin intermediarios, lo que puede poner el peso de la balanza del lado del autor y llegar a convertir la figura de las productoras, editores, sellos, agentes, etc… en meros comparsas.
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